Asistentes: Josetxu, Edu y Nesss
En el apartado gastronómico, nos sacaron dos cazuelitas de barro con varios trocitos de txorizo, luego dos tortillas de bakalao muy ricas y de buen tamaño, seguidas de dos bandejas con seis trozos de bakalao con pimientos verdes con patatas y en salsa (sorprendente fórmula que resulta del agrado de todos). Nos avisan que las txuletas tomarán unos 20' lo cual nos alegra porque estamos hartos de pedir en otras sidrerías tiempos muertos para poder beber a gusto. Cuando nos sirven los dos txuletones de hechuras distintas comprobamos que están igual de deliciosos, de sobresaliente ambos (Nesss las alabó gozoso múltiples veces y todos asentimos). Hay que decir que con ellos algunos ya se daban por llenos, pero mientras bebíamos en las kupelas de la calle aparece el camarero hipervitaminado (e incluso mineralizado) y acabamos pidiendo una tercera que ya estaba en los planes de Edu. Esa txuleta, desgraciadamente bastante más hecha que las otras nos deja ya para el arrastre, bufff, es que son muy grandes... pero esta vez no quedaron más que los huesos roidos, faltaría más. El postre fue un cesto de nueces, 3 triangulos de queso por cabeza, una porción minúscula de membrillo ser seis (tocaba a 1x2cm cada) y, eso si, sendas tejas y cigarrillos de Tolosa. Se notó en el postre que comimos mucha carne aunque tuvimos ración extra de nueces y algunas se vinieron con nos. Total: 32€ cada (nos pusieron fácil hacer las cuentas al indicar 6x32=192), y María les dejó 4€ de propi. Un muy buen precio para todo lo que comimos y lo rico que estaba.
Entre las incidencias, destacar que el vaso de María siempre se adelantaba a los demás en los txotxes, y luego tenía querencia a los brindis. Edu no atina a consultar en la homepage cuál fue la anterior vez que vino Josito, necesitamos indexar a los asistentes a cada una, repetía. Nesss casi se queda a vivir junto a una kupela metálica cuando llegan las miríadas de jóvenes de Iparralde, unos 40, que llenan sus vasos hasta arriba antes de sentarse a cenar... y a darnos la cena con sus cánticos continuos: deberían haberse levantado más de las mesas, o comido más, o incluso callarse, copón. Hay que recordar que es también agroturismo; no sabemos si había alguien arriba intentando dormir entonces, pero por su bien esperamos que no (no por el ruido que hicimos, sino por el que hicieron los niños vociferantes que entonaron todos los éxitos en euskera de los años 70 y 80. El doble del Sevilla supera en calorías al resto del mundo ahí presente. Acabamos a menudo en las de la calle, bajo el cielo estrellado... hasta que aparecían las miríadas de gabachos cantores y huíamos como de la peste. En una visita a las parrillas aprovechamos para darle recuerdos a Xabi de parte de del doble de Brian May en Hernani. Al final, justo antes de irnos, Edu comprueba que el ritmo de vida del camarero y del jefe son notablemente distintos. En general, bebimos. Pero sobre todo, comimos y acabamos como las boas. Volveremos.
Al día siguiente, Edu prepara un desayuno tardío con longaniza, chorizo picante, queso rumano,... y sobaos empapado en Fernet-Branca (que ricos estaban!!). Luego vamos a Donosti a pintxear un poco y despedir a Josetxu con un torrijón en La Cepa echando buenas risas con la ex(alumna) de Nesss. Edu y Ness siguen a kalimotxos hasta que se retiran a Hernani unas horas después. Ufff, vaya finde...